Absolutamente todo genial, casa amplia, habitación grande y cómoda. Cama con muchas almohadas cómodas, baño muy grande y ducha calentita. Los dueños Joe y Jackie son encantadores, llegamos tarde de noche y nos recibieron con una sonrisa y un trato excelente. Trataron a mi niño pequeño como a un hijo, super cariñosos, dulces y pacientes con él. Nos hicieron un súper desayuno irlandés riquísimo y muy abundante. Solo tengo palabras de agradecimiento para ellos, hemos quedado encantados.
Excepcional atención por parte del anfitrión de la casa, desde la acogida hasta el desayuno antes de salir del alojamiento. Muy recomendable
La tranquilidad de este sitio es increible y la casa en general tambien es una pasada. Los anfitriones nos atendieron genial, muy simpaticos