El hall de recepción con una fuente conduce a dos grandes salones, uno de los cuales tiene una chimenea. 4 puertas arqueadas de hierro forjado y vidrio le permiten disfrutar de la vista de la piscina de 72m2. La mesa del espacioso comedor es una obra de arte en sí misma (antigua puerta hindú con incrustaciones). Las sillas están adornadas con bordados (el escudo de armas de la casa). También puede sentarse en una de las 3 terrazas. O tomar una copa en el salón habilitado al abrigo del quiosco, frente a la piscina. También en la planta baja, la cocina totalmente equipada, los aseos de invitados, dos dormitorios cada uno con vestidor, un baño y un aseo. En la primera planta, 3 dormitorios, con vestidor, baño y aseo. La suite principal también está equipada con una chimenea. Además, una oficina con balcón y moucharabieh marroquí. Y una enorme terraza con fuente mural con vistas al campo de naranjos. Al igual que en las escaleras, la madera y el hierro forjado se mezclan en elegantes arabescos. En la planta superior otra terraza y un hammam en la más pura tradición (Zellige marroquí), con sala de masajes. Guardián, ama de llaves, cocinera, será muy cariñosa. Los propietarios han seleccionado materiales nobles (Mármol Blanco de Ibiza, granito negro de Zimbabue, cedro y madera de cedro del Atlas) y optado por recurrir a artesanos tradicionales. El arte oriental de vivir (combinar lugares de intimidad y lugares de convivencia, proximidad a la naturaleza, presencia del agua, posibilidad de disfrutar de la noche desde las diversas terrazas) encuentra aquí toda su dimensión. Sin compromiso con la comodidad y los requisitos ambientales.