Nuestras cabañas están ubicadas dentro de un complejo privado en medio de la selva, a solo minutos del centro de Xpujil. Importante: no somos un hotel. Somos un alojamiento rústico y ecológico, diseñado para quienes buscan desconectarse del ruido y reconectarse con la naturaleza. Aquí no hay tráfico ni tecnología invasiva. Solo la tranquilidad del entorno: aves, árboles, monos aulladores y, si tienes suerte, el rugido lejano de un jaguar. No ofrecemos lujos, ofrecemos una experiencia auténtica. Agua, electricidad e internet están disponibles, pero el verdadero valor está en la paz del entorno. Ideal para descansar, relajarte y reconectar contigo mismo bajo un cielo lleno de estrellas.

Porque cada persona que llega trae consigo una historia distinta… y se lleva un pedacito de este lugar. Me encanta recibir huéspedes porque sé que no vienen solo a dormir: vienen a respirar distinto, a pausar el ritmo, a descubrir algo que no aparece en mapas ni guías turísticas. Disfruto ver sus caras cuando escuchan por primera vez el canto de un tucán o cuando se dan cuenta de que no han revisado el celular en horas. Es mágico.

En medio del verde profundo de la selva, existe una pequeña aldea construida con respeto, paciencia y mucho amor por la tierra. No buscamos transformar la naturaleza, sino convivir con ella. La aldea no es solo un lugar para quedarse, es un lugar para quedarse en paz. Para reconectar. Para escuchar a la tierra, a otros, a uno mismo. Lo bueno de esta aldea no está en lo que tiene, sino en lo que no tiene: no tiene tráfico, ni anuncios, ni prisa. Pero sí tiene senderos que crujen bajo tus pies, cielos llenos de estrellas, y amaneceres que huelen a tierra mojada y café recién hecho.