Nuestro alojamiento combina la comodidad de un hogar moderno con la tranquilidad de una zona residencial segura y bien ubicada. Situado en Altavela II, a pocos minutos de playas, centros comerciales y zonas turísticas, ofrece el equilibrio perfecto entre descanso y cercanía a los principales atractivos de la Riviera Nayarit. Además, los huéspedes disfrutan de espacios amplios, ventilados, con acceso privado y amenidades de primer nivel como nuestra alberca y un jacuzzi de uso privado por un costo adicional muy accesible. Estos espacios son ideales tanto para estancias cortas como largas. Ya sea que viajes solo, en pareja o en grupo, tendrás privacidad, flexibilidad y una experiencia acogedora como en casa. Los huéspedes pueden esperar un ambiente limpio, seguro y funcional, ideal para relajarse o trabajar cómodamente. La casa está equipada con lo necesario para una estancia sin complicaciones: Wi-Fi, cocina completa, ventilación natural, espacios comunes acogedores y recámaras privadas. Además, tendrán acceso a una alberca común en el fraccionamiento, perfecta para refrescarse y disfrutar en familia. También pueden esperar un trato amable y respetuoso, buena comunicación durante todo el proceso de reserva y un check-in sencillo.

Me gusta recibir personas porque creo que viajar es una forma de descubrir no solo lugares, sino partes de uno mismo. Cada espacio que visitamos nos deja un mensaje, asi mismo busco poder contribuir a que otros vivan esas experiencias. Valoro la simplicidad, la seguridad y la tranquilidad, y eso es justo lo que intento ofrecer a quienes se hospedan aquí. Me gusta que mis huéspedes se sientan libres, cómodos y con su propio espacio, pero también disfruto tener la oportunidad de conocer gente nueva, compartir una conversación o ayudarles a descubrir rincones especiales de la zona. Para mí, hospedar no es solo prestar un lugar: es crear un ambiente amable, limpio y honesto, como el que yo mismo buscaría al viajar.

La casa se encuentra en un fraccionamiento residencial privado, seguro y muy tranquilo. Las calles están bien pavimentadas, sin cables visibles y la limpieza es notable, lo que genera un ambiente apacible y ordenado. Ideal para descansar con total confianza y privacidad. 1 Playa La Lancha
A sólo media hora, es una joya semi‑virgen rodeada de naturaleza y perfecta para surfistas de todos los niveles. Caminando por un sendero de 10–15 minutos entre la selva, se llega a una playa de arena suave y aguas turquesa, ideal para relajarse o hacer picnic 2. Punta de Mita, Sayulita y San Pancho
En aproximadamente 45 minutos en coche puedes explorar encantadoras playas, pueblos surfistas como Sayulita y San Pancho, o disfrutar de sus vibrantes atardeceres y vida cultural. 2. Islas Marietas / Playa Escondida
A menos de una hora, con tours desde Punta de Mita, podrás visitar este sitio natural protegido de gran belleza y biodiversidad